He escrito ya como 140 páginas de mi nueva novela, que será una comedia con toques de misterio y fantasía, y estará ambientada en el Principado de Arberia en los años 70 (cuando aún era una República sujeta a la dictadura del Mariscal Albentur). Como muchos habrán adivinado, se trata de una precuela de Regina Irae, donde conoceremos las actividades del profesor Lippershey y de otros personajes que aparecen en la serie, pero a edades mucho más jóvenes.
Se trata de una novela breve y espero que ágil de leer, no como los mamotretos de Regina Irae y secuelas. Casi toda la acción transcurre en un castillo en el que, se dice, antaño ocurrieron atroces asesinatos y donde ahora parece persistir el fantasma de una niña que aterroriza a los obreros que lo transforman en hotel de lujo. Que nadie se asuste, que no es de terror. El componente humorístico es muy fuerte, como suele suceder en mis obras. Y también hay una parte romántica, cómo no. Y un misterio del pasado cuya influencia dura hasta el presente...
Estimo que para septiembre estará terminada. De hecho, ya tengo medio hecha hasta la portada. Que no diga nadie que no soy previsora.
La ucronía que estaba escribiendo la retomaré cuando termine esta. Solo falta el último tomo (el cuarto), con lo cual imagino que necesitaré unas 300 páginas). En total, quedará un monstruo de 1.300 páginas, que con un poco de suerte, leerán mis escasos incondicionales a lo largo de la década.