Ya está registrada mi nueva novela. Se puede leer más sobre ella en la entrada correspondiente del menú de la derecha.
Adelanto que se trata de una aventura detectivesca con ambientación histórica. Los protagonistas son dos detectives franceses que vienen a España, contratados por una parroquia, para resolver el asesinato de un cura. También habrá una buena dosis de romance, como no. Ya me conocen: amores imposibles y frustrados, amores apasionados, amores que llevan a la locura...
El título es "Otoño de Sangre", aunque de momento es un poco provisional. Mi primera idea era titularlo "Los Protectores", en honor a la organización que protagonizaba la obra, pero al suprimir esta organización y transformarla en una agencia de detectives, tuve que cambiar el título.
1888 fue el año de Jack el Destripador, que se menciona en la novela aunque no trata de eso, sino de una serie de crímenes que tienen lugar en Madrid por las mismas fechas. Nuestro hispánico asesino es más fino, no destripa ni nada, pero tengamos en cuenta que en España siempre vamos algo atrasados con respecto a Europa. En aquella época, también.
Escribir una novela de ambientación histórica es complicado, y seguramente he metido la pata más de una vez. He tratado de ajustarme a la época lo más posible, llegando a leer periódicos del otoño de 1888, pero nada es perfecto. El lenguaje también imita algunas formas del XIX, sin pasarse (bueno, quizás es algo barroco). Como está recientita seguramente haré muchas reformas a lo largo de los meses. De momento la voy a dejar tal cual, que repose un tiempo.
Adelanto que se trata de una aventura detectivesca con ambientación histórica. Los protagonistas son dos detectives franceses que vienen a España, contratados por una parroquia, para resolver el asesinato de un cura. También habrá una buena dosis de romance, como no. Ya me conocen: amores imposibles y frustrados, amores apasionados, amores que llevan a la locura...
El título es "Otoño de Sangre", aunque de momento es un poco provisional. Mi primera idea era titularlo "Los Protectores", en honor a la organización que protagonizaba la obra, pero al suprimir esta organización y transformarla en una agencia de detectives, tuve que cambiar el título.
1888 fue el año de Jack el Destripador, que se menciona en la novela aunque no trata de eso, sino de una serie de crímenes que tienen lugar en Madrid por las mismas fechas. Nuestro hispánico asesino es más fino, no destripa ni nada, pero tengamos en cuenta que en España siempre vamos algo atrasados con respecto a Europa. En aquella época, también.
Escribir una novela de ambientación histórica es complicado, y seguramente he metido la pata más de una vez. He tratado de ajustarme a la época lo más posible, llegando a leer periódicos del otoño de 1888, pero nada es perfecto. El lenguaje también imita algunas formas del XIX, sin pasarse (bueno, quizás es algo barroco). Como está recientita seguramente haré muchas reformas a lo largo de los meses. De momento la voy a dejar tal cual, que repose un tiempo.